Este cuadro no se llama así, pero definitivamente tiene mucha pasión en él.
No puedo decir nada sobre la pasión. Cualquier cosa que pueda decir es, únicamente, mi percepción de lo abstracto, cuando ves esa palabra creas su significado en tu mente, es totalmente tuyo y de nadie más, nadie lo puede ver como tu, cada quién lo crea a su manera basados en la propia experiencia, pero cuando siento la energía del río que todo el tiempo cambia y permanece siendo el mismo en su esencia, ese río por el cual intentamos nadar contracorriente porque así nos enseñaron, y cuando me dejo llevar, desaparecen los deseos y comienzan los milagros, no existe la comparación, dejo de comparar para poder aceptar y seguir luchando, como dice Coelho, el buen combate, me conecto con la tierra y su mensajero, siento mi muerte a mi lado izquierdo y me hace mas fuerte verle el rostro.
Me desapego de todo, sin embargo me siento realmente conectado con todas y todos y todo y nada, y me hago uno con el flujo de ese río, y me puedo ir en paz y puedo dejar ir sin dolor, empiezo a recordar por que vine aquí, para experimentar todo tipo de vivencias, solo yendo con la corriente, me hago infinito…
etz’nab’ik
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