Pasan como nubes sobre un lago, a veces como nubes bajas, vagabundas textura de algodón, otras como grandes nubes de lluvia. Sueños de otros mundos, dimensiones sobreescritas, que se funden y desaparecen.
domingo, 26 de diciembre de 2010
domingo, 19 de septiembre de 2010
otra vida
Cada vez que estoy a tu lado me imagino abrazándote con mi aura, como si se entrelazara con la tuya, formando una espiral ascendente, cual fuego de madera que sube y forma espirales danzantes, humeantes.
Nace una poesía, una canción, una pintura, una danza, una expresión, la cual proviene de una acción siendo ésta una acción densa, la mas sutil de mis acciones es el mas denso de mis pensamientos o ideas, el mas sutil de mis pensamientos es el mas denso de mis sentimientos, el mas sutil de mis sentimientos es la mas densa de mis intensiones, la mas sutil de mis intensiones es lo mas denso de mi alma, lo mas sutil de mi alma es lo mas denso del vacío.
Cada vez que estoy a tu lado me imagino abrazándote con mi aura, como si se entrelazara con la tuya, formando una espiral ascendente, cual fuego de madera que sube y forma espirales danzantes, humeantes.
otra vida.
un río de silencio,
en un viaje espacial,
que sin cansancio
brilla y se apaga en un destello existencial.
aliento insubstancial,
el secreto de tu risa,
tu esencia primordial
fluye por tu disimulada sonrisa.
extraña y misteriosa es su inmensidad,
colores con sonido fundidos en su piel,
trazando un boceto que se hará exponencial,
desconocido, hasta el final.
viernes, 30 de julio de 2010
miércoles, 21 de julio de 2010
jueves, 15 de julio de 2010
Canto al dinero
Canto al dinero, poema de Alejandro Jodorowsky.
Le canto al dinero.
El dinero es como el buda
Si no trabajas no lo obtienes
Si detienes su fluir desaparece
Sólo es tuyo cuando está entre tus manos
Pero esas manos no son tuyas
Si lo sueltas deja de ser tu amo
Eres esclavo de aquello que bautizas con tu nombre
El dinero es de todos pero se pertenece a si mismo
El monje que medita es una llamarada
El dinero da la luz a quien lo emplea para abrir la flor del mundo
Y aniquila a quien se endiosa
Confundiendo la riqueza con el alma
Porque el alma esencialmente es la pobreza
Cuando menos se es
Más se recibe a la existencia
El sonido de las monedas es un lenguaje que todo el mundo entiende
El sonido de una moneda que nadie agita
Muy pocos lo han oído
Cuando las nubes se ocultan al sol no cesa el brillo del oro
Así como bajo los huesos y la carne brilla con su propia luz el alma
El dinero es como la sangre da la vida si circula
El dinero es como el cristo te bendice si lo compartes
El dinero es como la mujer se te entrega si lo amas
Los ríos parecen que se alejan de la fuente
Pero en realidad regresan al oceano que es su madre
Hijo del sol el oro parece alejarse de nuestras manos
Pero es la luz que nos conduce
Al cazador sagrado la presa lo persigue
Debemos limpiarlo de la codicia que nos inspira la muerte
Hasta dejarlo invisible como un diamante
El monje ante el espejo no reconoce su reflejo
El tigre sobre el que medita es una fiera impersonal
Porque yace dormido
Y sin embargo el buda es producto de su sueño
Todos los santos son la ilusión de una fiera
No hay diferencia entre el dinero y la conciencia
No hay diferencia entre la conciencia y la muerte
no hay diferencia entre la muerte y la riqueza
Para ser rico le doy un lanzazo a la diosa y me baño en su sangre.
Le canto al dinero.
El dinero es como el buda
Si no trabajas no lo obtienes
Si detienes su fluir desaparece
Sólo es tuyo cuando está entre tus manos
Pero esas manos no son tuyas
Si lo sueltas deja de ser tu amo
Eres esclavo de aquello que bautizas con tu nombre
El dinero es de todos pero se pertenece a si mismo
El monje que medita es una llamarada
El dinero da la luz a quien lo emplea para abrir la flor del mundo
Y aniquila a quien se endiosa
Confundiendo la riqueza con el alma
Porque el alma esencialmente es la pobreza
Cuando menos se es
Más se recibe a la existencia
El sonido de las monedas es un lenguaje que todo el mundo entiende
El sonido de una moneda que nadie agita
Muy pocos lo han oído
Cuando las nubes se ocultan al sol no cesa el brillo del oro
Así como bajo los huesos y la carne brilla con su propia luz el alma
El dinero es como la sangre da la vida si circula
El dinero es como el cristo te bendice si lo compartes
El dinero es como la mujer se te entrega si lo amas
Los ríos parecen que se alejan de la fuente
Pero en realidad regresan al oceano que es su madre
Hijo del sol el oro parece alejarse de nuestras manos
Pero es la luz que nos conduce
Al cazador sagrado la presa lo persigue
Debemos limpiarlo de la codicia que nos inspira la muerte
Hasta dejarlo invisible como un diamante
El monje ante el espejo no reconoce su reflejo
El tigre sobre el que medita es una fiera impersonal
Porque yace dormido
Y sin embargo el buda es producto de su sueño
Todos los santos son la ilusión de una fiera
No hay diferencia entre el dinero y la conciencia
No hay diferencia entre la conciencia y la muerte
no hay diferencia entre la muerte y la riqueza
Para ser rico le doy un lanzazo a la diosa y me baño en su sangre.
jueves, 3 de junio de 2010
miércoles, 2 de junio de 2010
Caos, orden, mezcla. Los inseparables opuestos.
Algo de lo más dificil de lograr y que todos necesitamos hacer, es encontrar el equilibrio entre nuestra propia oscuridad y nuestra propia luz, entre nuestra propio orden y nuestro propio caos, entre nuestra propia razón y nuestra propia locura. No es irse del lado de alguna de ellas, es ir al centro de las dos porque las dos son lados opuestos de lo mismo, sus extremos que crean la ilusión de la dualidad. Toda la propaganda mediatica nos habla de ir a un lado (o al otro), y cuando hablan de crear equilibrio interior hacen énfasis en la imágen externa como fin último, "si te sientes bien, te ves bien", cuando ésta es sólo una consecuencia que no debería ser tomada muy en cuenta. Ese equilibrio, sin embargo, es diferente para cada ser, el grado de razón y de locura que necesito yo es totalmente diferente del que requieres tú. Caóticamente distante.
La creación de todo lo que nos rodea, incluyendo nuestro cuerpo, es resultado de la danza de dos fuerzas fundamentales, orden y caos, razón y locura, luz y oscuridad. Su síntesis es la realidad, lo que percibimos es sólo una pequeña parte de todo lo que es. El orden son las reglas simples, que existen en lo que podríamos llamar "base" de la realidad, que fueron dejadas por Ometéotl y Omecíhuatl al inicio, que al combinarse de forma caótica, sexualizando con caos, paren una creación en todo su esplendor, algo nuevo e irrepetible, único en todas sus dimensiones, y al final el caos logra renovar las reglas iniciales, y así se muerde la cola la serpiente, y pasa al siguiente nivel de la espiral, algo totalmente nuevo, impredecible, inimaginable. Tal vez los artistas y los poetas puedan sentir algo así. Una mezcla específica de la dualidad, para manifestar al tercero, su creación.
viernes, 7 de mayo de 2010
aconsejado por la muerte
Extracto tomado del libro de Alejandro
Jodorowski "La vía del tarot"
Si te das prisa me alcanzarás. Si frenas
te alcanzaré. Si andas tranquilamente te acompañaré. Si te pones a
girar danzaré contigo. Ya que nuestro encuentro es inevitable, ¡hazme
frente ahora mismo! Soy tu sombra interior, la que ríe detrás de la
ilusión que llamas realidad. Paciente como una araña, engastada como una
joya en cada uno de tus instantes, compartes tu vida conmigo; si te
niegas a ello no vivirás en la verdad. Ya puedes huir al otro extremo
del mundo, yo siempre estaré a tu lado. Desde que naciste, soy la madre
que no deja de darte a luz. ¡Alégrate entonces! Sólo cuando me concibes
la vida cobra sentido. El insensato que no me reconoce se aferra a las
cosas sin ver que todas me pertenecen. No hay ninguna que no lleve mi
sello. Permanente impermanencia, soy el secreto de los sabios: ellos
saben que sólo pueden avanzar por mi camino.
Los que me asimilan se vuelven
poderosos. Los que me niegan tratando en vano de huir de mi, pierden las
delicias de la efímero: son sin saber ser. Agonizan sin saber vivir.
Los niños no me imaginan. Si pudieran
hacerlo, dejarían de ser niños pues soy el final de la infancia. Quien
me encuentra en su camino se vuelve adulto: sabe que me pertenece.
Devoro sus dificultades, sus triunfos, sus fracasos, sus amores, sus
decepciones, sus placeres, sus dolores, sus padres, sus hijos, su
orgullo, sus ilusiones, su riqueza; lo devoro todo.
Mi voracidad no tiene límite, devoro
incluso a los dioses. Pero con el último, con el auténtico, una vez
disueltas las máscaras en mis entrañas, me rompo los dientes. En su
indescriptible misterio en su presencia ausente, en su ausencia
presente, me mato a mí misma…
Cuando la totalidad de la materia pasa
por mi garganta sin fondo y las cosas dejan de aparecer, me veo obligada
a esfumarme.
Gracias a mí, todo se convierte en polvo
y todo se hunde. Pero no pienso que sea una tragedia. Hago de la
destrucción un proceso de extremo esplendor. Espero que la vida se
manifieste hasta alcanzar su mayor belleza, y aparezco entonces para
eliminarla con la misma belleza. Cuando llega al límite de su
crecimiento, empiezo a destruirla con el mismo amor que se empleó en
construirla. ¡Qué alegría! ¡Qué alegría inconmensurable! Mi destrucción
permanente abre la vía a la creación constante. Si no hay fin, no hay
comienzo. Estoy al principio de la eternidad. Para obtenerla debes
aceptarme y debes combatirme al mismo tiempo, porque en el fondo no
existo, sólo existe la vida, es decir, el cambio. Si te entregas a la
transformación te conviertes en el amo del momento efímero porque lo
vives en su intensidad infinita. Por mí nace el deseo en los vientres,
en los sexos. El coito sirve para conquistar la eternidad. Si no
tuvieras cuerpo material yo no existiría. Cuando te conviertes en puro
espíritu desaparezco. Sin materia dejo de ser ¡Atrévete pues a depositar
tus huesos y tu carne en mis fauces! Para triunfar tienes que darme de
ti, todo aquello que en realidad siempre ha sido mío. Tus ideas, tus
sentimientos, tus deseos y tus necesidades, todo eso me pertenece. Si
quieres conservar algo por ínfimo que sea, tú que no eres nada ni posees
nada, lo perderás. Perderás la eternidad.
¡Sé fuerte! ¡Vive junto a mí! Quien
camina conmigo transforma a sus hijos, a sus amigos, su patria, su
mundo. Identificándote con tu consciencia me tendrás miedo. Sacrificando
tu consciencia, cediéndome la última de tus ilusiones –esa mirada que
todo lo quiere y cree ver sin ser nada-, me vencerás. Compréndelo: en mi
extrema negrura, soy el ojo de ese impensable que podrías llamar Dios.
También Soy Su voluntad. Gracias a mí, vuelves a Él. Soy la puerta
divina, quien entra en mi territorio es un sabio, y quien no puede
cruzar mi umbral conscientemente en un niño miedoso acorazado en sus
detritos. En mí hay que entrar puro: deshazte de todo, deshazte incluso
del desasimiento, aniquílate. Cuando desaparezcas aparecerá Dios.
¿Quieres fuerza? Aceptándome serás el
más valiente. ¡Dime qué quieres! Si te conviertes en mi amante te lo
daré. Cuando sientes que forma parte de tu cuerpo transformo la
concepción que tienes de ti mismo, te vuelvo muerto en vida y te
confieso la mirada pura de los muertos: dos agujeros sin sujeción por
los cuales sólo mira Dios. El instante es entonces terrible, todo se
transforma en espejo, y te ves en cada ser, en cada forma, en cada
proceso. Lo que llamas “la vida” se torna danza de ilusiones. No hay
diferencia entre la materia y el sueño.
No tiembles, no temas, ¡alégrate! La
vida, aunque irreal y efímera, revela su mayor belleza. Dándome tu
mirada comprenderás por fin que es un milagro estar vivo. Tu ser divino
es impersonal, no puedo devorarlo. Sólo engullo los egos. Todos tienen
sabores distintos a cada cual más fétido y amargo. Cuando se capta mi
omnipresencia, puede decirse que empieza la labor llamada iniciación.
Ésta dura hasta que comprensas que no soy de ti sino que soy tú.
No me gusta que se me encuentre antes de
hora. Deseo que se me llame en el momento preciso en que se entiende
quién soy. Si se me precipita en el suicidio, no aporto sabiduría, pues
se me disfraza de vulgar destrucción. No soy una desgracia absurda,
tengo un significado profundo, soy la gran iniciadora, la maestra
impalpable oculta bajo la materia. Cuando se me solicita de manera
insensata, me enfurezco, se me hace actuar contra mi voluntad. Sólo los
que llegan a mí con plena consciencia me proporciona el gozo supremo.
Pero la mayoría de los seres ignorantes llegan a mí a través de la
guerra, el crimen, el vicio, la enfermedad, las catástrofes. Raros son
los que alcanzan ese estado de consciencia pura en el que me convierto
en el apogeo de la realización. Ésos siempre me reconocen, mientras que a
los demás los sorprendo. El que se resigna comprende y acepta ser mi
presa, vive con facilidad, libertad y alegría, confiado frente a las
agresiones, sin pesadillas, realizando sus deseos: perdiendo la
esperanza, se pierde también el miedo.
No me tiendas las manos pues la pudriría
inmediatamente. Ofréceme tu consciencia. ¡Desaparécete en mí para ser
por fin la totalidad!
miércoles, 28 de abril de 2010
peyotl o mescalito percibido
Richar
Heffern, ofrece en Secrets of the Mind altering plants of
Mexico
una detallada descripción respecto a los efectos que opera el
buen cacto
sobre la conciencia:
Mi acompañante y yo decidimos dormir la mayor parte del día para estar alerta por la noche… deliberadamente escogimos una noche de luna llena para no necesitar luz artificial…
Aproximadamente una hora antes del atardecer ingerimos cada uno el equivalente a 500 miligramos de mescalina. Alrededor de 40 minutos después... caminé cuesta abajo hasta llegar a un nopal y de pronto tuve la extraña sensación de que sería muy descortés pasar junto a la planta sin saludarla.
En esos momentos, la planta era tan importante como yo. Ambos - la planta y yo - estábamos en esta tierra juntos, y además de este hecho, me embargaba el sentimiento de que existía un vínculo entre nosotros. Estábamos "en esto" juntos… Durante toda la experiencia, hubo un pronunciado regocijo. Sentía que estaba parado más erectamente que de costumbre; sentía un gran orgullo por ser una criatura viviente.
En esos momentos, la conciencia de estar vivo me parecía suficiente para ser completamente feliz. Al mismo tiempo, parecía que me quedaba muy poco "ego"; sentía que era una pequeña parte de un todo mucho más grande. Estaba en la tierra para vivir, para experimentar, para aprender.
El mundo alrededor mío era un gran lugar sagrado - un lugar que debía ser reverenciado y respetado. Ahora que lo veo a distancia... me pregunto si las cosas habrían sido diferentes de haber estado rodeado de un ambiente urbano en el que prevalecieran las cosas hechas por el hombre… De alguna manera, sentí un gran desamparo. Me sentí como un niño en un mundo extraño, poco familiar pero fascinante.
Sentí que estaba aprendiendo todo de nuevo, por así decirlo… La cresta de la experiencia pareció venir después de las cuatro horas, aunque era muy difícil estar conciente del paso del tiempo. En algún punto, parecía que en verdad podía sentir la rotación de la tierra sobre su propio eje, un fenómeno que ocurre constantemente, aunque la vida parece insensible a esta clase de movimiento. Era una noche de neblina, y la niebla parecía tomar la forma de un dragón enorme, iluminado por la luna…
En algún punto indiscernible, una suerte de retrospectiva se convirtió en el aspecto dominante de la experiencia. Era como si mi mente estuviera tratando muy duro, en otro nivel, de encontrar el significado de la experiencia completa.
Tenía un conocimiento intuitivo de que la experiencia tenía un gran significado y yo no estaba siendo capaz de captar la totalidad de su significado… En los días que siguieron, pensé muchas veces en todo lo que había pasado, ya que lleva algo de tiempo comprenderlo todo.
viernes, 2 de abril de 2010
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