domingo, 19 de septiembre de 2010

otra vida


Cada vez que estoy a tu lado me imagino abrazándote con mi aura, como si se entrelazara con la tuya, formando una espiral ascendente, cual fuego de madera que sube y forma espirales danzantes, humeantes.

Nace una poesía, una canción, una pintura, una danza, una expresión, la cual proviene de una acción siendo ésta una acción densa, la mas sutil de mis acciones es el mas denso de mis pensamientos o ideas, el mas sutil de mis pensamientos es el mas denso de mis sentimientos, el mas sutil de mis sentimientos es la mas densa de mis intensiones, la mas sutil de mis intensiones es lo mas denso de mi alma, lo mas sutil de mi alma es lo mas denso del vacío.

Cada vez que estoy a tu lado me imagino abrazándote con mi aura, como si se entrelazara con la tuya, formando una espiral ascendente, cual fuego de madera que sube y forma espirales danzantes, humeantes.

otra vida.

un río de silencio,
en un viaje espacial,
que sin cansancio
brilla y se apaga en un destello existencial.

aliento insubstancial,
el secreto de tu risa,
tu esencia primordial
fluye por tu disimulada sonrisa.

extraña y misteriosa es su inmensidad,
colores con sonido fundidos en su piel,
trazando un boceto que se hará exponencial,
desconocido, hasta el final.




jueves, 15 de julio de 2010

Canto al dinero

Canto al dinero, poema de Alejandro Jodorowsky.

Le canto al dinero.

El dinero es como el buda
Si no trabajas no lo obtienes
Si detienes su fluir desaparece
Sólo es tuyo cuando está entre tus manos
Pero esas manos no son tuyas

Si lo sueltas deja de ser tu amo
Eres esclavo de aquello que bautizas con tu nombre
El dinero es de todos pero se pertenece a si mismo
El monje que medita es una llamarada

El dinero da la luz a quien lo emplea para abrir la flor del mundo
Y aniquila a quien se endiosa
Confundiendo la riqueza con el alma
Porque el alma esencialmente es la pobreza
Cuando menos se es
Más se recibe a la existencia

El sonido de las monedas es un lenguaje que todo el mundo entiende
El sonido de una moneda que nadie agita
Muy pocos lo han oído

Cuando las nubes se ocultan al sol no cesa el brillo del oro
Así como bajo los huesos y la carne brilla con su propia luz el alma

El dinero es como la sangre da la vida si circula
El dinero es como el cristo te bendice si lo compartes
El dinero es como la mujer se te entrega si lo amas

Los ríos parecen que se alejan de la fuente
Pero en realidad regresan al oceano que es su madre
Hijo del sol el oro parece alejarse de nuestras manos
Pero es la luz que nos conduce
Al cazador sagrado la presa lo persigue
Debemos limpiarlo de la codicia que nos inspira la muerte
Hasta dejarlo invisible como un diamante

El monje ante el espejo no reconoce su reflejo
El tigre sobre el que medita es una fiera impersonal
Porque yace dormido
Y sin embargo el buda es producto de su sueño
Todos los santos son la ilusión de una fiera

No hay diferencia entre el dinero y la conciencia
No hay diferencia entre la conciencia y la muerte
no hay diferencia entre la muerte y la riqueza
Para ser rico le doy un lanzazo a la diosa y me baño en su sangre.

miércoles, 2 de junio de 2010

Caos, orden, mezcla. Los inseparables opuestos.

Algo de lo más dificil de lograr y que todos necesitamos hacer, es encontrar el equilibrio entre nuestra propia oscuridad y nuestra propia luz, entre nuestra propio orden y nuestro propio caos, entre nuestra propia razón y nuestra propia locura. No es irse del lado de alguna de ellas, es ir al centro de las dos porque las dos son lados opuestos de lo mismo, sus extremos que crean la ilusión de la dualidad. Toda la propaganda mediatica nos habla de ir a un lado (o al otro), y cuando hablan de crear equilibrio interior hacen énfasis en la imágen externa como fin último, "si te sientes bien, te ves bien", cuando ésta es sólo una consecuencia que no debería ser tomada muy en cuenta. Ese equilibrio, sin embargo, es diferente para cada ser, el grado de razón y de locura que necesito yo es totalmente diferente del que requieres tú. Caóticamente distante.

La creación de todo lo que nos rodea, incluyendo nuestro cuerpo, es resultado de la danza de dos fuerzas fundamentales, orden y caos, razón y locura, luz y oscuridad. Su síntesis es la realidad, lo que percibimos es sólo una pequeña parte de todo lo que es. El orden son las reglas simples, que existen en lo que podríamos llamar "base" de la realidad, que fueron dejadas por Ometéotl y Omecíhuatl al inicio, que al combinarse de forma caótica, sexualizando con caos, paren una creación en todo su esplendor, algo nuevo e irrepetible, único en todas sus dimensiones, y al final el caos logra renovar las reglas iniciales, y así se muerde la cola la serpiente, y pasa al siguiente nivel de la espiral, algo totalmente nuevo, impredecible, inimaginable. Tal vez los artistas y los poetas puedan sentir algo así. Una mezcla específica de la dualidad, para manifestar al tercero, su creación.

viernes, 7 de mayo de 2010

aconsejado por la muerte

Extracto tomado del libro de Alejandro Jodorowski "La vía del tarot"

Si te das prisa me alcanzarás. Si frenas te alcanzaré. Si  andas tranquilamente te acompañaré. Si te pones a girar danzaré contigo. Ya que nuestro encuentro es inevitable, ¡hazme frente ahora mismo! Soy tu sombra interior, la que ríe detrás de la ilusión que llamas realidad. Paciente como una araña, engastada como una joya en cada uno de tus instantes, compartes tu vida conmigo; si te niegas a ello no vivirás en la verdad. Ya puedes huir al otro extremo del mundo, yo siempre estaré a tu lado. Desde que naciste, soy la madre que no deja de darte a luz. ¡Alégrate entonces! Sólo cuando me concibes la vida cobra sentido. El insensato que no me reconoce se aferra a las cosas sin ver que todas me pertenecen. No hay ninguna que no lleve mi sello. Permanente impermanencia, soy el secreto de los sabios: ellos saben que sólo pueden avanzar por mi camino.
Los que me asimilan se vuelven poderosos. Los que me niegan tratando en vano de huir de mi, pierden las delicias de la efímero: son sin saber ser. Agonizan sin saber vivir.
 
Los niños no me imaginan. Si pudieran hacerlo, dejarían de ser niños pues soy el final de la infancia. Quien me encuentra en su camino se vuelve adulto: sabe que me pertenece. Devoro sus dificultades, sus triunfos, sus fracasos, sus amores, sus decepciones, sus placeres, sus dolores, sus padres, sus hijos, su orgullo, sus ilusiones, su riqueza; lo devoro todo.
Mi voracidad no tiene límite, devoro incluso a los dioses. Pero con el último, con el auténtico, una vez disueltas las máscaras en mis entrañas, me rompo los dientes. En su indescriptible misterio en su presencia ausente, en su ausencia presente, me mato a mí misma…
Cuando la totalidad de la materia pasa por mi garganta sin fondo y las cosas dejan de aparecer, me veo obligada a esfumarme.
Gracias a mí, todo se convierte en polvo y todo se hunde. Pero no pienso que sea una tragedia. Hago de la destrucción un proceso de extremo esplendor. Espero que la vida se manifieste hasta alcanzar su mayor belleza, y aparezco entonces para eliminarla con la misma belleza. Cuando llega al límite de su crecimiento, empiezo a destruirla con el mismo amor que se empleó en construirla. ¡Qué alegría! ¡Qué alegría inconmensurable! Mi destrucción permanente abre la vía a la creación constante. Si no hay fin, no hay comienzo. Estoy al principio de la eternidad. Para obtenerla debes aceptarme y debes combatirme al mismo tiempo, porque en el fondo no existo, sólo existe la vida, es decir, el cambio. Si te entregas a la transformación te conviertes en el amo del momento efímero porque lo vives en su intensidad infinita. Por mí nace el deseo en los vientres, en los sexos. El coito sirve para conquistar la eternidad. Si no tuvieras cuerpo material yo no existiría. Cuando te conviertes en puro espíritu desaparezco. Sin materia dejo de ser ¡Atrévete pues a depositar tus huesos y tu carne en mis fauces! Para triunfar tienes que darme de ti, todo aquello que en realidad siempre ha sido mío. Tus ideas, tus sentimientos, tus deseos y tus necesidades, todo eso me pertenece. Si quieres conservar algo por ínfimo que sea, tú que no eres nada ni posees nada, lo perderás. Perderás la eternidad.
¡Sé fuerte! ¡Vive junto a mí! Quien camina conmigo transforma a sus hijos, a sus amigos, su patria, su mundo. Identificándote con tu consciencia me tendrás miedo. Sacrificando tu consciencia, cediéndome la última de tus ilusiones –esa mirada que todo lo quiere y cree ver sin ser nada-, me vencerás. Compréndelo: en mi extrema negrura, soy el ojo de ese impensable que podrías llamar Dios. También Soy Su voluntad. Gracias a mí, vuelves a Él. Soy la puerta divina, quien entra en mi territorio es un sabio, y quien no puede cruzar mi umbral conscientemente en un niño miedoso acorazado en sus detritos. En mí hay que entrar puro: deshazte de todo, deshazte incluso del desasimiento, aniquílate. Cuando desaparezcas aparecerá Dios.
¿Quieres fuerza? Aceptándome serás el más valiente. ¡Dime qué quieres! Si te conviertes en mi amante te lo daré. Cuando sientes que forma parte de tu cuerpo transformo la concepción que tienes de ti mismo, te vuelvo muerto en vida y te confieso la mirada pura de los muertos: dos agujeros sin sujeción por los cuales sólo mira Dios. El instante es entonces terrible, todo se transforma en espejo, y te ves en cada ser, en cada forma, en cada proceso. Lo que llamas “la vida” se torna danza de ilusiones. No hay diferencia entre la materia y el sueño.
No tiembles, no temas, ¡alégrate! La vida, aunque irreal y efímera, revela su mayor belleza. Dándome tu mirada comprenderás por fin que es un milagro estar vivo. Tu ser divino es impersonal, no puedo devorarlo. Sólo engullo los egos. Todos tienen  sabores distintos a cada cual más fétido y amargo. Cuando se capta mi omnipresencia, puede decirse que empieza la labor llamada iniciación. Ésta dura hasta que comprensas que no soy de ti sino que soy tú.
No me gusta que se me encuentre antes de hora. Deseo que se me llame en el momento preciso en que se entiende quién soy. Si se me precipita en el suicidio, no aporto sabiduría, pues se me disfraza de vulgar destrucción. No soy una desgracia absurda, tengo un significado profundo, soy la gran iniciadora, la maestra impalpable oculta bajo la materia. Cuando se me solicita de manera insensata, me enfurezco, se me hace actuar contra mi voluntad. Sólo los que llegan a mí con plena consciencia me proporciona el gozo supremo. Pero la mayoría de los seres ignorantes llegan a mí a través de la guerra, el crimen, el vicio, la enfermedad, las catástrofes. Raros son los que alcanzan ese estado de consciencia pura en el que me convierto en el apogeo de la realización. Ésos siempre me reconocen, mientras que a los demás los sorprendo. El que se resigna comprende y acepta ser mi presa, vive con facilidad, libertad y alegría, confiado frente a las agresiones, sin pesadillas, realizando sus deseos: perdiendo la esperanza, se pierde también el miedo.
No me tiendas las manos pues la pudriría inmediatamente. Ofréceme tu consciencia. ¡Desaparécete en mí  para ser por fin la totalidad!

miércoles, 28 de abril de 2010

peyotl o mescalito percibido

Richar Heffern, ofrece en Secrets of the Mind altering plants of Mexico una detallada descripción respecto a los efectos que opera el buen cacto sobre la conciencia:

Quería que mi primera experiencia con peyote fuera perfecta en cada detalle, así es que la planeé tan cuidadosamente como pude. 

Mi acompañante y yo decidimos dormir la mayor parte del día para estar alerta por la noche… deliberadamente escogimos una noche de luna llena para no necesitar luz artificial… 

Aproximadamente una hora antes del atardecer ingerimos cada uno el equivalente a 500 miligramos de mescalina. Alrededor de 40 minutos después... caminé cuesta abajo hasta llegar a un nopal y de pronto tuve la extraña sensación de que sería muy descortés pasar junto a la planta sin saludarla. 

En esos momentos, la planta era tan importante como yo. Ambos - la planta y yo - estábamos en esta tierra juntos, y además de este hecho, me embargaba el sentimiento de que existía un vínculo entre nosotros. Estábamos "en esto" juntos… Durante toda la experiencia, hubo un pronunciado regocijo. Sentía que estaba parado más erectamente que de costumbre; sentía un gran orgullo por ser una criatura viviente. 

En esos momentos, la conciencia de estar vivo me parecía suficiente para ser completamente feliz. Al mismo tiempo, parecía que me quedaba muy poco "ego"; sentía que era una pequeña parte de un todo mucho más grande. Estaba en la tierra para vivir, para experimentar, para aprender. 

El mundo alrededor mío era un gran lugar sagrado - un lugar que debía ser reverenciado y respetado. Ahora que lo veo a distancia... me pregunto si las cosas habrían sido diferentes de haber estado rodeado de un ambiente urbano en el que prevalecieran las cosas hechas por el hombre… De alguna manera, sentí un gran desamparo. Me sentí como un niño en un mundo extraño, poco familiar pero fascinante. 

Sentí que estaba aprendiendo todo de nuevo, por así decirlo… La cresta de la experiencia pareció venir después de las cuatro horas, aunque era muy difícil estar conciente del paso del tiempo. En algún punto, parecía que en verdad podía sentir la rotación de la tierra sobre su propio eje, un fenómeno que ocurre constantemente, aunque la vida parece insensible a esta clase de movimiento. Era una noche de neblina, y la niebla parecía tomar la forma de un dragón enorme, iluminado por la luna… 

En algún punto indiscernible, una suerte de retrospectiva se convirtió en el aspecto dominante de la experiencia. Era como si mi mente estuviera tratando muy duro, en otro nivel, de encontrar el significado de la experiencia completa. 

Tenía un conocimiento intuitivo de que la experiencia tenía un gran significado y yo no estaba siendo capaz de captar la totalidad de su significado… En los días que siguieron, pensé muchas veces en todo lo que había pasado, ya que lleva algo de tiempo comprenderlo todo.